Adaptógenos: Extracción, componentes activos y mecanismos de acción

Adaptógenos: Extracción, componentes activos y mecanismos de acción

Introducción

Los adaptógenos son sustancias naturales (generalmente hierbas o hongos) que ayudan al organismo a resistir y adaptarse al estrés de diversa índole, promoviendo el equilibrio (homeostasis) sin perturbar las funciones normales del cuerpo . Ejercen un efecto “normalizador” frente a factores estresantes físicos, mentales o ambientales, mejorando la resistencia al estrés y reduciendo la fatiga. En este informe nos enfocamos en cinco adaptógenos importantes – ashwagandha, melena de león, reishi, cordyceps y rhodiola – detallando cómo se obtienen sus extractos, cuáles son sus compuestos activos principales, de qué parte de la planta u hongo se extraen, y cómo funcionan en el organismo.

Métodos de extracción: Obtener un extracto implica separar y concentrar los compuestos bioactivos de la materia prima (raíz, hojas u hongo) usando disolventes u otras técnicas. La elección del método es crucial, ya que influye en el rendimiento y la composición del extracto . Existen métodos tradicionales como la maceración, la infusión o la extracción Soxhlet con solventes, que suelen emplear agua o alcohol para disolver los fitoquímicos deseados . Por ejemplo, la maceración consiste en remojar la planta molida en un solvente por tiempo prolongado, lo que permite extraer gradualmente los principios activos a temperatura ambiente . Otros métodos clásicos incluyen la decocción (hervir la planta en agua) o la tintura (remojar en alcohol). En años recientes se han desarrollado métodos no convencionales más eficaces, como la extracción asistida por ultrasonido o microondas, y la extracción con fluidos supercríticos (CO₂), que pueden aumentar la eficiencia y selectividad de la extracción . Por ejemplo, la extracción supercrítica con CO₂ (a alta presión y temperatura moderada) permite obtener extractos más puros, especialmente de compuestos no polares, sin dejar residuos de solventes tóxicos . En general, los solventes acuosos (agua caliente) extraen bien compuestos polares como polisacáridos y glicósidos, mientras que los solventes alcohólicos (etanol, metanol) extraen adicionalmente compuestos menos polares como algunos terpenos y fenoles, ofreciendo un espectro más amplio de sustancias bioactivas . A continuación se presentan, para cada adaptógeno solicitado, sus particularidades en cuanto a la parte utilizada, métodos de extracción típicos, compuestos activos principales y mecanismos de acción.

Ashwagandha (Withania somnifera)

Parte utilizada y extracción: La ashwagandha, conocida como “ginseng indio”, es una planta de la familia Solanaceae cuyas raíces son la parte más utilizada tradicionalmente por sus propiedades medicinales, aunque las hojas también contienen fitoquímicos valiosos . Para obtener los extractos de ashwagandha se emplean comúnmente las raíces secas y molidas. Los métodos de extracción habituales incluyen disolventes hidroalcohólicos (mezclas de agua y etanol) para asegurar la captura de sus compuestos tanto polares como apolares. Por ejemplo, se pueden usar extracciones por reflujoo en Soxhlet con etanol-agua, o bien maceraciones alcohólicas prolongadas, para concentrar sus lactonas esteroideas llamadas withanólidos . En la industria existen extractos estandarizados – como el conocido KSM-66 – que se elaboran mediante procesos acuosos y lechos de solvente, a veces con técnicas modernas (ultrasonido, microondas) que mejoran la eficiencia de extracción de los principios activos sin degradarlos por calor excesivo . En suma, ashwagandha suele presentarse como extracto de raíz concentrado, estandarizado típicamente para contener un porcentaje definido de withanólidos (p. ej. 5% de withanólidos).

Compuestos activos: Los compuestos bioactivos más característicos de la ashwagandha son los withanólidos, un grupo de lactonas esteroides únicas de esta planta . Se han identificado decenas de withanólidos, entre ellos withaferina A, withanólido A, withanólido D, withanona, entre otros, presentes en distintas partes de la planta . Las raíces contienen una gama amplia: withanólido A (~5,4 mg/g), withaferina A (~2,3 mg/g) y varios glucósidos llamados withanósidos . Las hojas también aportan withaferina A y otros withanólidos en concentraciones significativas . Además de withanólidos, ashwagandha posee alcaloides (como la somniferina), flavonoides y fenoles con actividad antioxidante , aunque los withanólidos se consideran sus marcadores adaptogénicos principales. Estas moléculas confieren a la planta efectos antiinflamatorios, inmunomoduladores, antiestrés y neuroprotectores, entre otros . De hecho, ashwagandha suele estandarizarse en withanólidos totales (por ejemplo, un extracto de alta potencia puede contener ~5% de withanólidos).

Mecanismo de acción: Ashwagandha es un adaptógeno polivalente con múltiples efectos beneficiosos respaldados científicamente. En términos de manejo del estrés, sus withanólidos ayudan a regular la respuesta del organismo al estrés, atenuando la hiperactividad del eje hipotalámico-hipófiso-adrenal (eje HHA) y reduciendo niveles elevados de cortisol (hormona del estrés) . Estudios preclínicos y clínicos indican que suplementar con ashwagandha puede disminuir significativamente el cortisol sérico en condiciones de estrés crónico, lo que se asocia con menor ansiedad y fatiga. Además, ciertos componentes de ashwagandha muestran afinidad por receptores del neurotransmisor GABA, lo que explicaría efectos ansióliticos y promotores del sueño reparador . De manera general, ashwagandha mejora la resiliencia al estrés: los individuos que la toman suelen reportar menor sensación de estrés, mejor estado de ánimo y rendimiento mental bajo presión. Por otro lado, esta planta posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen tejidos (por ejemplo, el cerebro) del daño oxidativo inducido por el estrés. También se le atribuyen efectos energizantes y anabólicos suaves, probablemente debido a que sus compuestos apoyan la función mitocondrial y reducen el desgaste suprarrenal . En conjunto, ashwagandha actúa como tónico antiestrés, reductor de ansiedad y mejorador del rendimiento físico y cognitivo, con un perfil de seguridad favorable en estudios humanos.


Melena de león (Hericium erinaceus)

Parte utilizada y extracción: La “melena de león” es un hongo medicinal comestible cuya seta (cuerpo fructífero) blanca, de aspecto de penacho, es la parte más aprovechada. También se cultiva su micelio (la masa filamentosa) en fermentadores líquidos para obtener ciertos compuestos exclusivos. Los suplementos de Hericium suelen elaborarse a partir del hongo seco pulverizado, ya sea como polvo entero o como extracto concentrado. Dado que este hongo contiene compuestos tanto hidrosolubles (p. ej. polisacáridos) como solubles en alcohol (p. ej. terpenos), es común aplicar extracción dual: primero una extracción acuosa caliente (decocción) para extraer polisacáridos (como los β-glucanos), y luego una extracción etanólica para capturar compuestos menos polares como hericenonas y erinacinas. Este enfoque dual garantiza obtener el espectro completo de principios activos . Por ejemplo, un extracto “dual” de melena de león podría implicar hervir el hongo en agua para extraer polisacáridos inmunoactivos, precipitar dichos polisacáridos con etanol , y paralelamente macerar el residuo en etanol para extraer los terpenoides neuroactivos, combinando luego las fracciones. Alternativamente, se emplean solventes hidroalcohólicos en una sola etapa. En definitiva, la melena de león suele presentarse como extracto de cuerpo fructífero (a veces combinado con extracto de micelio) estandarizado en su contenido de polisacáridos totales.

Compuestos activos: Hericium erinaceus destaca por contener compuestos únicos con actividad neurotrófica. Dos grupos principales son las hericenonas (A, C, D, etc.), encontradas en el cuerpo fructífero, y las erinacinas (A–K, etc.), producidas en el micelio del hongo . Estas sustancias son diterpenoides de bajo peso molecular capaces de influir en el sistema nervioso. En particular, varias erinacinas (como la A, B, C, E) pueden cruzar la barrera hematoencefálica y estimular la síntesis del factor de crecimiento nervioso (NGF) en el cerebro . Las hericenonas, por su parte, también estimulan la secreción de NGF desde células nerviosas periféricas . Ambos grupos fomentan el crecimiento y la diferenciación neuronal. Además, la melena de león contiene polisacáridos (especialmente β-glucanos) con efecto inmunomodulador y antioxidante, así como otros compuestos fenólicos y esteroles que contribuyen a su actividad biológica . En suma, los principios activos clave son: erinacinas (neurotróficas, del micelio), hericenonas (neurotróficas, del cuerpo fructífero) y β-glucanos (inmunológicos, presentes en toda la seta).

Mecanismo de acción: La melena de león es particularmente conocida por sus efectos neuroprotectores y nootrópicos(mejora de la función cerebral). Sus compuestos diterpénicos estimulan la producción de neurotrofinas como NGF y BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), las cuales son proteínas esenciales para la supervivencia, crecimiento y mantenimiento de las neuronas . Al elevar los niveles de NGF/BDNF, se promueve la neurogénesis (formación de nuevas neuronas) y la sinaptogénesis (formación de sinapsis), lo que puede traducirse en mejoras de la memoria y la cognición. Estudios en modelos animales y ensayos preliminares en humanos sugieren que la ingesta de Hericium mejora el rendimiento cognitivo, acelera la recuperación en lesiones nerviosas periféricas y puede aliviar síntomas de depresión y ansiedad leves. El mecanismo involucra también propiedades antioxidantes y antiinflamatorias en el sistema nervioso: los extractos de melena de león reducen la neuroinflamación y el estrés oxidativo cerebral, protegiendo las neuronas del daño apoptótico . Adicionalmente, ciertas erinacinas han mostrado actividad antibiótica y capacidad de unirse a receptores opioides kappa, aunque el significado de estas acciones no está totalmente dilucidado . En conjunto, melena de león actúa como un “fertilizante” neuronal, fomentando la regeneración y plasticidad del tejido nervioso, lo que podría explicar sus efectos beneficiosos en la función cognitiva y el bienestar mental (se investiga su potencial en trastornos neurodegenerativos como Alzheimer). Por último, sus β-glucanos aportan un efecto inmunomodulador general (como ocurre con muchos hongos medicinales), apoyando las defensas del organismo. Todo lo anterior posiciona a Hericium erinaceus como un adaptógeno enfocado en la salud cerebral y del sistema nervioso.

Reishi (Ganoderma lucidum)

Parte utilizada y extracción: El reishi, llamado también “lingzhi” o hongo de la inmortalidad, es un hongo basidiomiceto cuyo cuerpo fructífero (la seta con forma de sombrero aplanado y lustroso) es la parte tradicionalmente empleada. También se utilizan sus esporas (las semillas microscópicas del hongo) y ocasionalmente el micelio cultivado. Debido a que el reishi silvestre es raro, hoy en día se cultivan masivamente sus fructificaciones en aserrín o en madera, así como micelio en fermentación líquida . Para obtener extractos potentes, se suele secar y pulverizar el cuerpo fructífero, y luego extraerlo con solventes. El método más común es la decocción acuosa prolongada (hervir el hongo) para extraer sus ricos polisacáridos solubles en agua . Tras la extracción en agua caliente, es típico precipitar los polisacáridos añadiendo etanol al extracto acuoso, dado que muchos β-glucanos precipitan en alcohol, permitiendo purificarlos . Por otro lado, para obtener otros compuestos no extraídos por agua (como los triterpenos), se realiza una extracción etanólicadel material. Muchos suplementos comerciales de reishi son extractos dobles (agua + alcohol) para asegurar tanto el contenido de β-glucanos (polisacáridos hidrofilicos) como de triterpenoides (compuestos más hidrofóbicos) . Adicionalmente, tecnologías modernas como la extracción supercrítica con CO₂ se han aplicado al reishi para obtener fracciones ricas en triterpenos sin usar disolventes orgánicos tradicionales . En el mercado existen productos de reishi desde polvo de seta sin extraer (menos biodisponible, por su contenido de quitina indigerible) hasta extractos altamente concentrados estandarizados, por ejemplo, a >30% de polisacáridos o ciertos porcentajes de triterpenos. En definitiva, la extracción del reishi típicamente involucra agua caliente (para polisacáridos) y con frecuencia etanol (para triterpenos), utilizando el cuerpo fructífero como materia prima principal.

Compuestos activos: Reishi contiene numerosos fitoquímicos, pero sus tres clases principales de constituyentes bioactivos son: (1) polisacáridos, (2) triterpenos, y (3) péptidos/glicoproteínas . Los polisacáridos destacan por su abundancia y potencia medicinal – en particular los β-glucanos (polisacáridos de glucosa con enlaces β-1,3 y β-1,6) que se hallan en la pared celular del hongo . Diversos polisacáridos han sido aislados del reishi (ej. ganoderanos A, B, C), provenientes tanto del cuerpo fructífero como del micelio y de las esporas . Estos polisacáridos son heterogéneos, compuestos de monómeros de glucosa principalmente, pero también manosa, galactosa, xilosa y fucosa en distintas proporciones . Los triterpenos del reishi, por su parte, son moléculas derivadas del lanosterol, conocidas como ácidos ganodéricos (y lucidénicos, entre otros). Se han identificado decenas de triterpenos propios de G. lucidum, como el ácido ganodérico A, B, C, lucidenato, etc., responsables del sabor amargo característico del reishi . Estos triterpenoides se concentran en el cuerpo fructífero y en las esporas. El contenido de triterpenos y polisacáridos puede variar mucho según el extracto; por ejemplo, en análisis de 11 productos comerciales de reishi los triterpenos oscilaban de 0% a ~7,8%, y los polisacáridos de ~1,1% a 5,8%, evidenciando variaciones por métodos de cultivo y extracción . Además, reishi provee esteroles (como ergosterol, precursor de vitamina D₂), fenoles, nucleótidos (adenosina) y otros compuestos con actividad biológica . También contiene proteínas/peptidoglicanos como la LZ-8 con efectos inmunomoduladores. En síntesis, los principios activos emblemáticos del reishi son los β-glucanos (polisacáridos inmunoestimulantes) y los ácidos ganodéricos (triterpenos hepatoprotectores, anticancerígenos y antiinflamatorios), apoyados por una mezcla de otros fitonutrientes.

Mecanismo de acción: Reishi es considerado un modulador inmunológico por excelencia. Sus polisacáridos (especialmente β-glucanos) estimulan el sistema inmune innato, activando macrófagos, células NK y otras células defensoras . Estos polisacáridos no atacan patógenos directamente, sino que activan receptores en células inmunes (como Dectin-1 o receptores tipo toll) desencadenando la liberación de citocinas y una respuesta inmune más vigorosa frente a infecciones y células tumorales . Abundante evidencia preclínica muestra que extractos ricos en polisacáridos de reishi inhiben el crecimiento tumoral en modelos animales al potenciar la actividad de linfocitos T y NK, y promover la apoptosis de células cancerosas . Adicionalmente, los triterpenos del reishi contribuyen con efectos antiinflamatorios y antioxidantes: se ha observado que algunos ácidos ganodéricos inhiben vías inflamatorias (por ejemplo, reducen NF-κB y COX-2) y disminuyen el estrés oxidativo en células inmunitarias, ayudando a regular una respuesta inmune equilibrada . Esto explica usos tradicionales de reishi para condiciones alérgicas o autoinmunes (donde se busca un efecto calmante del sistema inmune sobreactivo). En términos de adaptogenicidad, reishi es conocido en la medicina oriental por reducir el estrés, mejorar el sueño y aumentar la vitalidad. Si bien la investigación humana es limitada en este aspecto, se postula que reishi podría ejercer un efecto tranquilizante ligero (por eso se usa para insomnio en la farmacopea china) posiblemente a través de la modulación del eje HHA y la atenuación de la liberación excesiva de adrenalina y cortisol en situaciones de estrés. Además, gracias a sus antioxidantes, reishi protege órganos clave (hígado, riñones) del daño oxidativo crónico asociado al estrés y el envejecimiento . En suma, los efectos de reishi se resumen en estimular las defensas cuando están bajas (efecto inmunoestimulante en infección o cáncer) pero también apaciguar reacciones excesivas (efecto antiinflamatorio en alergias o estrés crónico), reflejando su papel adaptógeno bidireccional. Por ello, se le atribuye el fomento de la longevidad y la resistencia general del organismo (de ahí su sobrenombre de “hongo de la inmortalidad”).

 

Cordyceps (Cordyceps sinensis/C. militaris)

Parte utilizada y extracción: Cordyceps es un género de hongos endoparásitos famosos por la especie Cordyceps sinensis (actual Ophiocordyceps sinensis), que parasita orugas en las alturas del Tíbet. Tradicionalmente, se recolectaba el hongo completo salido de la oruga (conocido como “gusano de invierno, hierba de verano”) para usos medicinales. Esa forma silvestre es sumamente costosa y escasa, por lo que actualmente la mayoría de productos usan formas cultivadas. Dos fuentes principales son: (1) el hongo Cordyceps militaris, una especie similar que se cultiva fácilmente en sustratos vegetales y produce cuerpos fructíferos de color naranja ricos en compuestos activos; y (2) el micelio cultivado de C. sinensis en biorreactores líquidos (a veces designado como CS-4 en la literatura china). Para elaborar extractos, se parte ya sea del cuerpo fructífero seco (en el caso de C. militaris) o de la biomasa miceliar liofilizada. La extracción suele realizarse con agua caliente o con solventes hidroalcohólicos suaves, dado que muchos componentes de cordyceps son solubles en agua (nucleósidos, polisacáridos) . Un método típico es la decocción acuosa prolongada del material pulverizado, extrayendo así compuestos como cordicepina y adenosina (ambos bastante polares) junto con polisacáridos. La fase acuosa puede concentrarse y secarse para obtener un extracto puro. Alternativamente, se emplea etanol al 50-70% para arrastrar tanto los nucleósidos hidrosolubles como ciertos metabolitos menos polares (por ejemplo, algunos esterolesy polifenoles presentes). Para optimizar la obtención de polisacáridos, se han investigado técnicas como extracción asistida por enzimas y extracción a presión (pressurized liquid), pero comercialmente la extracción acuosa sigue siendo la más usada por su simplicidad y porque provee un rendimiento alto (~25–30%) de extracto rico en polisacáridos bioactivos . En algunos casos, tras la extracción acuosa se precipitan los polisacáridos con etanol (similar al proceso con reishi). En resumen, cordyceps se comercializa generalmente como extracto estandarizado – por ejemplo, con contenido garantizado de cordicepina (un nucleósido activo) y polisacáridos totales. La materia prima puede ser el cuerpo fructífero de C. militaris cultivado o el micelio de C. sinensis, ya que la composición de ambos es comparable en ciertos compuestos clave.

Compuestos activos: Cordyceps contiene una variedad de metabolitos únicos. El más conocido es la cordicepina, químicamente 3’-desoxiadenosina, un nucleósido análogo de la adenosina . Curiosamente, la cordicepina fue aislada inicialmente de C. militaris en 1950 y prácticamente no se encuentra en el Cordyceps silvestre (C. sinensis natural) más que en trazas – esto explica por qué hoy se prefiere cultivar C. militaris, que produce cordicepina abundante . La cordicepina es considerada un compuesto indicador por sus múltiples actividades farmacológicas (antitumoral, inmunomoduladora, etc.). Junto a ella, Cordyceps aporta adenosina y otros nucleósidos modificados (2’-deoxiadenosina, N6-metiladenosina) que pueden influir en la bioenergética celular y en la señalización purinérgica . Además, este hongo es rico en polisacáridos (principalmente β-glucanos similares a los de otros hongos) que contribuyen a la modulación del sistema inmune. Se han identificado también péptidos cíclicos únicos (como la cordymina), dipéptidos inusuales y derivados poliketídicos, algunos con actividad antioxidante y hormonal. Cordyceps provee igualmente esteroles (p. ej. ergosterol, ergosterol peróxido) y ácidos grasos. Entre los aminoácidos libres destaca el ácido γ-aminobutírico (GABA)encontrado en el micelio, que podría sumar al efecto sedante leve. En cuanto a vitaminas y minerales, es fuente de B_12 en pequeñas cantidades. En síntesis, los principios activos sobresalientes de Cordyceps son: la cordicepina (nucleósido adaptogénico central), la adenosina (y otros nucleósidos bioactivos), los polisacáridos (inmunomoduladores) y compuestos menores como esteroles y péptidos que complementan su acción .

Mecanismo de acción: Cordyceps es valorado como un energizante y reconstituyente en la medicina tradicional china, y la ciencia moderna ha empezado a dilucidar sus efectos. Uno de sus mecanismos principales es la influencia sobre el metabolismo energético celular. La cordicepina, al ser análoga de la adenosina, puede incorporarse en rutas metabólicas y afectar la disponibilidad de ATP, la molécula energética básica. Estudios indican que Cordyceps mejora la utilización de oxígeno y la síntesis de ATP en tejidos, lo que explicaría su efecto antifatiga y pro-endurancia observado en modelos animales (mejora la resistencia al ejercicio) . En humanos, algunos ensayos pequeños sugieren que suplementar con Cordyceps aumenta ligeramente la tolerancia al ejercicio y reduce la sensación de fatiga, aunque se requiere más evidencia. A nivel hormonal, Cordyceps parece modular el eje HHA y la producción de corticosteroides; en situaciones de estrés prolongado podría proteger las glándulas adrenales del agotamiento, equilibrando la respuesta de cortisol (aunque este efecto adaptogénico no está tan documentado como en Rhodiola o ashwagandha). Un campo destacado es su acción inmunomoduladora: Cordyceps puede tanto estimular la función inmune (favoreciendo la producción de citocinas como IL-1, IL-6, TNF-α, incrementando la fagocitosis por macrófagos) , como atenuar respuestas inflamatorias excesivas (por ejemplo, suprimir la liberación de mediadores proinflamatorios bajo estímulo endotóxico) . Este efecto dual “bi-direccional” en el sistema inmune ha sido observado: pequeñas dosis promueven la vigilancia inmune contra infecciones y células tumorales, mientras que también se han reportado propiedades antiinflamatorias útiles en enfermedades como asma o artritis (donde Cordyceps redujo niveles de IgE y citoquinas Th2 en modelos experimentales) . Por otro lado, Cordyceps exhibe actividad antioxidante protegiendo órganos vitales: en estudios con ratones expuestos a altitud (hipoxia), Cordyceps incrementó las enzimas antioxidantes y mejoró la tolerancia a la falta de oxígeno . La cordicepina ha sido investigada por sus propiedades antitumorales: induce apoptosis en células cancerosas y puede inhibir vías de proliferación (mTOR, Wnt) al activar receptores de adenosina A3 en la membrana celular . Esto la hace promisoria como coadyuvante en cáncer, con ensayos preclínicos muy positivos (inhibe crecimiento de líneas leucémicas, melanoma, cáncer de colon, etc.) . Finalmente, Cordyceps es célebre por su potencial efecto en la salud renal y pulmonar: tradicionalmente se usa para fortificar riñones y aliviar afecciones respiratorias. Estudios modernos avalan que extractos de Cordyceps mejoran la función renal en pacientes con insuficiencia leve y aumentan la capacidad pulmonar en personas con asma leve, probablemente gracias a la combinación de sus efectos antiinflamatorios, antioxidantes y energizantes en estos órganos. En conclusión, Cordyceps funciona como un adaptógeno integral que revitaliza el cuerpo, aumentando la energía y la resistencia, a la vez que afina el sistema inmune para responder adecuadamente (ni exagerado ni deficiente). Esto justifica su uso histórico para combatir la fatiga, la convalecencia y la pérdida de vigor relacionada con la edad.

Rhodiola (Rhodiola rosea)

Parte utilizada y extracción: Rhodiola, conocida como “raíz dorada” o “raíz ártica”, es una planta perenne suculenta cuyas propiedades adaptógenas residen en su raíz o rizoma. Tras la cosecha (generalmente de plantas de alta montaña en Siberia, Escandinavia o Himalaya), los rizomas se secan y cortan en trozos. La extracción convencional de Rhodiola se realiza con solventes hidroalcohólicos a temperatura controlada, ya que los principales compuestos (rosavinas y salidrósido) son de naturaleza glucosídica y se extraen bien en mezclas de agua-etanol. De hecho, la farmacopea indica que los extractos de R. rosea deben concentrarse y estandarizarse. Típicamente, se utiliza etanol al ~70% en un proceso de percolación o reflujo, luego se evapora el solvente para obtener un extracto seco rico en principios activos. Los extractos comerciales de Rhodiola suelen estar estandarizados a un contenido mínimo de 3% de rosavinas totales y 0,8–1% de salidrósido, reflejando la proporción aproximadamente 3:1 de estos compuestos en la raíz seca . Esta estandarización garantiza la potencia y permite su uso consistente en ensayos clínicos. Por ejemplo, el extracto SHR-5, utilizado en varios estudios rusos y escandinavos, se prepara con etanol acuoso y se ajusta a esa concentración de marcadores. En el mercado, Rhodiola está disponible tanto como extracto estandarizado en cápsulas/tabletas como en forma de tintura líquida (extracto alcohólico líquido) o incluso té de raíz entera, aunque el control de dosis es mejor con extractos normalizados.

Compuestos activos: La actividad adaptógena de Rhodiola rosea se atribuye principalmente a dos tipos de compuestos fenólicos: las rosavinas y el salidrósido. Las rosavinas engloban tres glucósidos de alcohol cinámico exclusivos de R. rosea: rosavina, rosarina y rosina . Estos no se hallan en otras especies de Rhodiola, por lo que sirven como marcadores botánicos de autenticidad . Entre ellas, la rosavina es la predominante. El salidrósido (también llamado rhodiolósido) es un glucósido de tirosol presente en R. rosea y otras especies del género; en R. rosea suele estar en menor concentración que las rosavinas, pero es muy importante farmacológicamente por sus efectos antioxidantes y neuroprotectores . Normalmente la raíz seca contiene ~1% de salidrósido y ~3% de rosavinas, proporción que se refleja en los extractos estandarizados . Además de estos, Rhodiola posee otros compuestos: tirosol (aglicón libre del salidrósido), flavonoides (p. ej. rodiolina, rodionina), taninos, y pequeñas cantidades de aceites esenciales. Cabe mencionar que algunas especies afines (como R. crenulata) carecen de rosavinas pero contienen salidrósido, lo que cambia su perfil de actividad. En R. rosea, la sinergia entre rosavinas y salidrósido parece importante: las rosavinas se consideran los principales compuestos adaptogénicos que “normalizan” la respuesta al estrés, mientras que el salidrósido también contribuye con efectos antioxidantes, cardioprotectores y neuroprotectores . Otros componentes dignos de mención incluyen pectinas y polisacáridos (con posibles efectos inmunomoduladores leves) y ácidos orgánicos (como el ácido gálico). Sin embargo, a nivel de marcaje de calidad, el enfoque está en el contenido de rosavina(s) y salidrósido como indicadores de potencia.

Mecanismo de acción: Rhodiola es uno de los adaptógenos más estudiados en humanos por sus efectos antiestrés y ergogénicos (mejora del rendimiento). Su acción anti-estrés se debe en gran parte a que modula el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HHA), el sistema central de respuesta al estrés . Estudios han demostrado que extractos de Rhodiola pueden reducir la liberación excesiva de cortisol durante eventos estresantes y ayudar a mantener niveles más equilibrados de este durante el día . Esto conduce a una recuperación más rápida de la homeostasis tras un episodio de estrés agudo, es decir, el cuerpo vuelve a la normalidad más pronto en presencia de Rhodiola que sin ella. Al mismo tiempo, Rhodiola influye en el sistema nervioso central aumentando la disponibilidad de neurotransmisores relacionados con el ánimo y la energía: investigaciones sugieren que inhibe parcialmente las enzimas MAO que degradan monoaminas, resultando en mayores niveles de serotonina, dopamina y noradrenalina en el cerebro . Esta acción puede explicar los efectos antidepresivos y ansiolíticos leves observados con Rhodiola, así como la mejora en la concentración y estado de alerta. De hecho, voluntarios sometidos a estrés laboral o académico que toman Rhodiola reportan mejor humor, menos fatiga mental y mayor desempeño cognitivo bajo presión . Otro mecanismo importante es su actividad antioxidante: Rhodiola incrementa la capacidad antioxidante celular y reduce el daño oxidativo inducido por estrés crónico, protegiendo así células cerebrales y cardíacas . Por eso se ha visto en estudios con atletas que Rhodiola disminuye marcadores de daño muscular y mejora parámetros cardiopulmonares, presumiblemente al mitigar el estrés oxidativo del ejercicio intenso. También se ha implicado a Rhodiola en la protección cardíaca bajo estrés: en modelos animales reduce arritmias inducidas por estrés y mejora la eficacia del uso de oxígeno por el miocardio. En cuanto a rendimiento físico, si bien los resultados son mixtos, algunos ensayos indican que Rhodiola puede aumentar el tiempo hasta la fatiga en ejercicios aeróbicos, posiblemente mediante la optimización del metabolismo de ácidos grasos y la reducción de ácido láctico. Por último, Rhodiola parece disminuir la respuesta inflamatoria a nivel sistémico en situaciones de estrés prolongado, gracias a la reducción de cortisol y a la modulación de citoquinas. En resumen, Rhodiola actúa a varios niveles: endocrino (regulando hormonas del estrés), nervioso (mejorando neurotransmisión y resistencia mental) y celular (antioxidante/antiinflamatorio), lo que resulta en una marcada reducción de síntomas de fatiga, agotamiento y desánimo en personas bajo estrés crónico . No es casualidad que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) la reconozca como “el adaptógeno por excelencia” indicado específicamente para el alivio del estrés y sus manifestaciones . Su efecto suele notarse con rapidez: estudios clínicos han observado mejoras en fatiga, atención y ansiedad tras sólo unos días de suplementación con extracto de Rhodiola . Todo ello respalda la reputación de Rhodiola rosea como un adaptógeno integral, que vigoriza mente y cuerpo de forma segura y efectiva.

Conclusión

En conjunto, los adaptógenos revisados comparten la capacidad de aumentar la resistencia del organismo al estrés y de restablecer el equilibrio, pero cada uno lo logra mediante compuestos y vías únicas. Ashwagandha (raíz) aporta withanólidos que reducen cortisol y calman la ansiedad, fortaleciendo además la inmunidad y la función neurológica. La melena de león (hongo) brinda diterpenos neurotróficos (hericenonas/erinacinas) que potencian el crecimiento neuronal y mejoran la función cognitiva, junto con polisacáridos inmunoestimulantes. Reishi (hongo) ofrece polisacáridos β-glucanos y triterpenos ganodéricos que modulan el sistema inmunológico y protegen órganos del estrés oxidativo, contribuyendo a longevidad y equilibrio. Cordyceps (hongo) provee cordicepina y nucleósidos que elevan la energía celular y regulan la inmunidad, combatiendo la fatiga y mejorando la vitalidad general. Rhodiola (raíz) contiene rosavinas y salidrósido que actúan sobre el eje del estrés y neurotransmisores, aliviando la fatiga mental y física y elevando el estado de ánimo. Todos ellos son extraídos mediante técnicas que maximizan sus principios activos – desde decocciones tradicionales hasta métodos modernos como la extracción supercrítica – garantizando extractos estandarizados que permitan aprovechar sus beneficios de forma consistente. El conocimiento científico actual, respaldado por estudios preclínicos y ensayos clínicos, valida muchas de las propiedades atribuidas tradicionalmente a estos adaptógenos . No obstante, cabe señalar que la respuesta puede variar según la persona, la dosis y la calidad del extracto utilizado. En cualquier caso, incorporar adaptógenos de calidad, con extracción adecuada y aval científico, puede ser una estrategia eficaz para mejorar la capacidad del organismo de afrontar el estrés, mantener la homeostasis y favorecer el bienestar integral de forma natural.

Referencias (formato APA)

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Glosario de términos

  • Adaptógeno: sustancia natural que aumenta la resistencia inespecífica al estrés y normaliza las funciones del cuerpo, independientemente de la causa del estrés. Ayuda a equilibrar sistemas biológicos hiper o hipo-activos, mejorando la homeostasis sin efectos adversos significativos.

  • Withanólidos: grupo de lactonas esteroides presentes en Withania somnifera (ashwagandha). Estructuralmente similares a hormonas esteroideas, son responsables de muchas propiedades medicinales de la planta (antiinflamatorias, antiestrés, anticancerígenas). Ejemplos: withaferina A, withanólido D.

  • β-glucanos: polisacáridos formados por cadenas de glucosa unidas principalmente por enlaces beta-1,3 y beta-1,6. Abundantes en hongos medicinales (reishi, melena de león, cordyceps), actúan como inmunomoduladores al activar células inmunes a través de receptores específicos, estimulando la respuesta defensiva del organismo.

  • Cordicepina: compuesto activo característico de Cordyceps, químicamente 3’-desoxiadenosina. Es un nucleósido análogo de la adenosina que muestra actividades biológicas notables: antitumoral (induce apoptosis en células cancerosas), antiinflamatoria, antioxidante y energizante celular.

  • Rosavinas: familia de compuestos fenólicos glucosídicos exclusivos de Rhodiola rosea. Incluye rosavina, rosarina y rosin (rosina), derivados del alcohol cinámico conjugados con azúcar. Son considerados los principales responsables del efecto adaptógeno de Rhodiola, modulando la respuesta al estrés y la neurotransmisión.

  • Salidrósido: también llamado rhodiolósido, es un glucósido de un alcohol fenólico (tirosol) presente en Rhodiola. Contribuye a las propiedades anti-fatiga y neuroprotectoras de la planta. Es antioxidante, protege neuronas y células cardíacas del daño por estrés y se cree que mejora el estado de ánimo.

  • Triterpenos (triterpenoides): clase de compuestos derivados de la biosíntesis de seis unidades isopreno (30 carbonos). En reishi abundan triterpenos específicos llamados ácidos ganodéricos y lucidénicos, que tienen sabor amargo y efectos farmacológicos (hepatoprotector, antiinflamatorio, antiproliferativo). Otros adaptógenos como ashwagandha tienen triterpenos en forma de saponinas (withanólidos).

  • Hericenonas y Erinacinas: diterpenos especiales encontrados en Hericium erinaceus (melena de león). Las hericenonas (A, C, D, etc.) provienen del cuerpo fructífero, mientras que las erinacinas (A–K, etc.) se aíslan del micelio. Ambos estimulan la producción de factores de crecimiento nervioso (como NGF), favoreciendo la salud neuronal.

  • Eje HHA (hipotálamo-hipófisis-adrenal): sistema endocrino central de respuesta al estrés. Implica la liberación de CRH en el hipotálamo, que estimula la hipófisis a secretar ACTH, la cual a su vez induce la producción de cortisol en las glándulas suprarrenales. Un adaptógeno puede modular este eje reduciendo la hiperproducción de cortisol y normalizando la retroalimentación, lo que mitiga los efectos nocivos del estrés crónico.

  • Homeostasis: estado de equilibrio interno del cuerpo, donde las variables fisiológicas (temperatura, pH, niveles hormonales, etc.) se mantienen dentro de rangos óptimos. Los adaptógenos ayudan a mantener o restaurar la homeostasis frente a perturbaciones externas (estresores).